Si en casa estáis pensando en que vuestro hijo empiece a practicar deporte, quizá os preguntéis si hace falta pasar por un reconocimiento médico deportivo.
La respuesta es sí, y no por solo cumplir un trámite, sino porque es una forma sencilla de cuidar su salud y acompañarle en esta etapa.
Beneficios de un reconocimiento médico deportivo para niños
Antes de lanzarse al deporte, conviene saber qué aporta realmente este chequeo. Te lo contamos a continuación.
Detección temprana de afecciones y predisposiciones
Imagina que tu hijo tiene una pequeña alteración cardíaca que nunca ha dado síntomas; el esfuerzo físico puede ser el primer momento en que se manifieste. Por eso es que el reconocimiento médico para niños que empiezan actividades deportivas en septiembre ayuda a detectar problemas de salud que no se llegan a notar en la rutina. Hablamos de cuestiones como soplos cardíacos, asma o incluso factores de riesgo para la muerte súbita en el deporte infantil, que aunque es poco frecuente, preocupa a muchas familias.
Además, si hay antecedentes familiares de enfermedades o el niño ha tenido alguna lesión previa, el médico puede valorar si conviene adaptar la práctica deportiva. Así se pueden evitar sustos y ganamos en seguridad.
Por último, este chequeo da confianza a los padres y a los propios niños, permitiendo disfrutar del deporte con más tranquilidad.
Prevención de lesiones y condiciones de salud no identificadas
Los niños pueden llegar a tener pequeñas debilidades musculares o problemas de postura que no se notan hasta que empiezan a hacer ejercicio de forma regular, por lo que un chequeo médico antes de hacer deporte escolar puede detectar estos detalles y ayudar a prevenir lesiones. El médico puede recomendar ejercicios de refuerzo o estiramientos específicos, y así el niño se sentirá más cómodo y seguro en su nueva actividad deportiva.
La prevención evita molestias físicas y también ayuda a que los niños mantengan la motivación y disfruten más del deporte. Nadie quiere que una lesión les deje fuera de juego justo cuando están empezando.
Mejora del rendimiento deportivo
Cuando un niño está sano y bien preparado, se nota en su rendimiento. El reconocimiento médico deportivo permite ajustar la intensidad y el tipo de ejercicio a las características de cada uno, principalmente porque no todos los niños tienen el mismo ritmo de crecimiento ni la misma resistencia, y adaptar la práctica deportiva a su situación concreta es la mejor forma de que disfruten y progresen.
Qué esperar durante un reconocimiento médico deportivo
Si nunca habéis pasado por uno, quizá os preguntéis en qué consiste exactamente este examen médico previo a la actividad física infantil. En realidad no es nada complicado y suele ser una experiencia positiva para los niños.
Historia médica y examen físico
El médico empieza preguntando por la salud general del niño: si ha tenido enfermedades importantes, si toma alguna medicación, si hay antecedentes familiares de problemas cardíacos o respiratorios.
Después, realiza una exploración física completa: mide la altura y el peso, toma la tensión arterial y escucha el corazón y los pulmones. Todo de forma práctica y sin pruebas molestas, siendo el principal objetivo asegurarse de que el niño está en condiciones de empezar una actividad deportiva sin riesgos.
Chequeo cardiovascular y pruebas de aptitud física
El corazón es el gran protagonista en cualquier deporte, y por eso, el médico puede hacer un pequeño chequeo cardiovascular, que a veces incluye un electrocardiograma si lo considera necesario.
Además, suele valorar la fuerza, la flexibilidad y la coordinación del niño; estas pruebas ayudan a orientar la práctica deportiva y a detectar si hay algún aspecto que conviene trabajar antes de empezar.
Frecuencia recomendada e importancia en septiembre
Septiembre es un mes de cambios y nuevos retos, así que es un buen momento para hacer el reconocimiento médico deportivo. Pero, ¿cada cuánto conviene repetirlo?
La mayoría de los especialistas recomienda un chequeo anual, sobre todo si el niño va a empezar una nueva actividad deportiva o si ha pasado mucho tiempo desde el último examen, y en deportes de alta exigencia puede ser necesario hacer controles más frecuentes, pero en general, una revisión al año es suficiente para la mayoría de los niños.
Cómo prepararse para un reconocimiento médico deportivo
Preparar a los niños para el reconocimiento médico deportivo es sencillo si se tiene un poco de información y una actitud positiva.
Antes de la cita, podéis contarle al niño en qué consiste el examen y por qué es importante, porque el explicarle que el médico está para ayudarle y que no hay nada que temer suele reducir los nervios. Si tenéis informes médicos previos o la cartilla de vacunación, llevadlos a la consulta.
El día del reconocimiento, es mejor que el niño lleve ropa cómoda y que desayune con normalidad. Además, una comunicación abierta y honesta con el médico facilita que el examen sea completo y adaptado a las necesidades de cada niño.
Acciones a tomar después de un reconocimiento médico deportivo
El reconocimiento médico deportivo es el punto de partida para que el niño disfrute del deporte de forma saludable.
La importancia del ejercicio y la dieta apropiada
Si el médico da el visto bueno, es buen momento para reforzar hábitos saludables en casa, puedes empezar con una alimentación variada y la práctica regular de ejercicio físico, así logras ayudar a que los niños crezcan sanos y con energía.
Cumplimiento con las recomendaciones médicas
Si el médico detecta algún aspecto que requiere seguimiento, es importante cumplir con las indicaciones y acudir a las revisiones que proponga, pues el seguimiento médico en niños deportistas es una forma de cuidarles y de asegurarse de que pueden seguir disfrutando del deporte sin riesgos.
El inicio de una actividad deportiva en septiembre es una oportunidad para que los niños crezcan y se diviertan. Podemos decir que un reconocimiento médico deportivo es una herramienta sencilla y eficaz para acompañarles en este camino y fomentar hábitos saludables desde el principio. Si tienes dudas, consulta con tu pediatra o con un especialista en medicina deporte; te ayudarán a resolverlas y a que tu hijo empiece el curso con la mejor energía.