La urología es la especialidad médico-quirúrgica que se ocupa del estudio, diagnóstico y tratamiento de las patologías que afectan al aparato urinario, glándulas suprarrenales y retroperitoneo de ambos sexos, así como al aparato reproductor masculino, sin límite de edad.
Los cálculos renales también se conocen como “piedras en el riñón”. Se trata de depósitos duros de minerales que se depositan en los riñones por diversas causas, como una falta de hidratación, la obesidad, una alimentación rica en sales o azúcares o padecer otras enfermedades que pueden estar correlacionadas, como algunas patologías digestivas.
La cistitis es una enfermedad de las vías urinarias provocada por una bacteria que causa inflamación en la vejiga, por lo que comúnmente se denomina “infección de orina”. Se trata de una enfermedad que afecta en mayor medida a las mujeres, y entre sus síntomas destacan el dolor y la necesidad constante de orinar, las molestias pélvicas, la orina turbia y/o con mal olor o la presión en el abdomen.
Entre las enfermedades más comunes del aparato genital masculino destacan las hernias inguinales, las hipospadias (un defecto de nacimiento de los varones, en el que la abertura de la uretra no está en la punta del pene), el cáncer testicular o de próstata, la torsión de un testículo o los testículos no descendidos.
Las enfermedades urológicas comprenden a los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. Algunas de las enfermedades urinarias más comunes son la prostatitis (inflamación de la próstata), la uretritis (inflamación de la uretra), la incontinencia urinaria, la nocturnia (despertarse varias veces por la noche para orinar) o la pielonefritis (una infección que se inicia en la uretra o la vejiga pero se extiende a los riñones).
Aunque muchas personas asocian las enfermedades urinarias con pacientes de edad avanzada, lo cierto es que muchos niños y adolescentes también padecen infecciones y patologías urinarias. De hecho, la infección del tracto urinario es una de las infecciones bacterianas más comunes en la infancia y debe ser atendida por un especialista para evitar infecciones de repetición u otras consecuencias más graves.
La incontinencia urinaria puede estar causada por diferentes factores (infecciones urológicas, tumores en las vías urinarias, sobrepeso, alcoholismo,…). Su principal síntoma es la falta de control sobre las ganas de orinar, ocurriendo esto generalmente en pacientes de edad avanzada. Entre los métodos más usados para tratarla se encuentran el fortalecimiento del suelo pélvico o la implementación de dispositivos médicos.
La disfunción eréctil es la incapacidad para alcanzar o mantener durante el tiempo suficiente una erección que permita tener relaciones sexuales. En cuanto a la eyaculación, destacan los problemas de disfunción eyaculatoria, así como la eyaculación precoz o tardía. Si esto sucede de forma puntual no hay de qué preocuparse, pero si sucede de forma recurrente se debe consultar al especialista.
Entre los problemas o enfermedades más comunes que afectan a la próstata, destacan la prostatitis (inflamación de la próstata), la hiperplasia prostática benigna o próstata agrandada y el cáncer de próstata. En estos casos, debemos saber que factores como la edad, la dieta o los antecedentes familiares juegan un papel importante en el desarrollo de la enfermedad.
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