¿A partir de qué edad puede mi hijo ir al logopeda?

El desarrollo de nuestros pequeños suele estar lleno de dudas. Es normal dudar si su desarrollo se está dando como “debería” o si deberías consultar con un logopeda. Respecto a esto, lo primero que debes tener en claro es que cada niño tiene su propio proceso. Pero, si consideras que tu hijo podría estar necesitando ir a un logopeda y te quieres informar un poco respecto a ello, sigue leyendo.

Beneficios de la logopedia en la infancia

La logopedia infantil no solo corrige problemas existentes, sino que también previene futuros trastornos que afectan el desarrollo integral.

Mejora de las habilidades de comunicación

Ayuda a los niños a expresar sus ideas, pensamientos y necesidades de forma clara y efectiva. A través de sesiones personalizadas, los pequeños adquieren herramientas para mejorar su interacción social y su confianza al comunicarse.

Desarrollo del lenguaje y la pronunciación

Un logopeda infantil trabajará en el desarrollo del vocabulario, la estructuración de frases y la correcta articulación de sonidos. Por ejemplo, se podría enfocar en corregir problemas como la dislalia o las dificultades con ciertos fonemas. La idea es asegurar un mejor dominio del lenguaje hablado.

Prevención de futuros problemas de aprendizaje

Se recomienda siempre una intervención temprana porque reduce significativamente el riesgo de enfrentar problemas en la escuela relacionados con la lectura, la escritura y la comprensión. Muchos trastornos del lenguaje, si no se tratan a tiempo, dificultan el progreso académico y generan frustración en los niños.

Señales para llevar a un niño al logopeda

Lo que te comentaremos a continuación son solo algunas de las señales que suelen indicar que lo mejor sería acudir a un logopeda. Ahora bien, que un niño presente estas señales no quiere decir que automáticamente posea algún tipo de dificultad o trastorno.

Problemas de comprensión

Uno de los primeros indicios de que un niño podría necesitar apoyo logopédico es la dificultad para entender instrucciones, preguntas o conversaciones simples, especialmente en relación con su edad. Por ejemplo, si un niño de dos años no comprende órdenes sencillas como “recoge el juguete” o si parece no entender su propio nombre.

Falta de interacción

Un niño que no gesticula, no señala objetos o evita el contacto con otras personas podría estar experimentando dificultades que van más allá de la timidez. Señales como no responder a un juego interactivo, no imitar sonidos o palabras son consideradas de alerta.

Trastornos alimenticios relacionados con la deglución

La deglución atípica se da cuando los dientes superiores e inferiores no encajan bien, y el niño mastica de forma inadecuada o prefiere siempre alimentos blandos. Junto a esto también se suele dar la respiración oral (respirar por la boca en lugar de por la nariz).

Edades claves para la revisión logopédica

Hasta el primer año: desarrollo de las primeras palabras

Entre los 6 y 12 meses, los niños suelen empezar a emitir sonidos como “ma-ma” o “pa-pa”, aunque al principio sin referencia directa. También comienzan a entender gestos simples como decir “adiós” con la mano.

Entre el año y el año y medio: enriquecimiento del vocabulario.

A partir de los 12 meses deberían pronunciar sus primeras palabras con un propósito claro, como “mamá”, “papá” o “agua”. Al acercarse a los 18 meses, ya deberían señalar objetos, comprender órdenes simples y aumentar su repertorio de palabras.

Hasta los dos años: construcción de frases básicas

Entre los 18 y 24 meses, se produce una evolución significativa en el lenguaje. Los niños empiezan a combinar palabras, formar frases simples como “quiero agua” y son capaces de identificar partes de su cuerpo con claridad.

Entre dos y tres años: mejora en la fluidez del lenguaje

En esta etapa se experimenta una “explosión lingüística” donde crece considerablemente el vocabulario y la formulación de preguntas como “¿Qué es?”. También deberían ser capaces de seguir órdenes más complejas.

Desde los tres hasta los 6 años: perfeccionamiento del lenguaje, capacidad narrativa

Desde los tres a los seis años, el lenguaje de los niños se vuelve cada vez más claro, fluido y complejo. Son capaces de mantener conversaciones, relatar historias sencillas con inicio, desarrollo y final, y usar oraciones completas con estructuras gramaticales correctas. Durante este periodo, también aprenden a formular preguntas más elaboradas y a expresar ideas y emociones con mayor precisión.

Consejos para padres ante posibles señales de alerta

Sabemos lo importante que es para ti acompañar a tu hijo en cada paso de su desarrollo. Si bien cada niño tiene su propio ritmo, existen formas sencillas de fomentar el lenguaje y la comunicación desde casa. Estas son algunas herramientas prácticas:

¿Cómo potenciar el lenguaje en casa?

  • Describe tus actividades diarias en voz alta, utiliza frases completas y repite palabras clave para que el niño las aprenda.
  • Los cuentos son una excelente herramienta para enriquecer el vocabulario y estimular la imaginación.
  • Pregunta cosas simples como “¿qué es esto?” o “¿qué color es este?” para incentivar respuestas.
  • Los dispositivos electrónicos pueden limitar las oportunidades de comunicación directa, por lo que es preferible priorizar las interacciones cara a cara.
  • Juegos como el “veo, veo” o canciones infantiles ayudan a fortalecer el lenguaje mientras el niño se divierte.

Tipos de terapias y técnicas empleadas

  • Terapia miofuncional: Ejercicios para mejorar la respiración, deglución y articulación.
  • Estimulación temprana: Dirigida a bebés y niños pequeños, se enfoca en fomentar el desarrollo del lenguaje a través de juegos y ejercicios interactivos.
  • Reeducación de la pronunciación: Se trabaja en corregir errores fonéticos o fonológicos, como dislalias o dificultades en ciertos fonemas.
  • Terapias de comprensión y expresión: Ayudan a niños con retrasos del lenguaje o dificultades para formar frases coherentes.
  • Técnicas multisensoriales: Incorporan elementos visuales, táctiles y auditivos para reforzar el aprendizaje, especialmente en niños con dislexia y/o autismo.

Resultados esperados y tiempo de tratamiento

Los resultados de la logopedia infantil dependerán de la edad, el tipo de problema y la constancia en las sesiones. Con una intervención adecuada, los progresos en comunicación y pronunciación pueden notarse en semanas, pero, en casos más complejos como la presencia de dislexia o deglución atípica, serán necesarios tratamientos bastante más prolongados.

Conclusiones: La prevención es la mejor intervención

En conclusión, detectar a tiempo las señales de alerta es el primer paso para lograr un tratamiento eficaz y menos invasivo. Si aún tienes dudas respecto a esto, lo mejor que puedes hacer es agendar una consulta con un logopeda para terminar de evacuar tus dudas y que él pueda evaluar a tu pequeño